martes, 22 de marzo de 2011

QUITARSE EL ANILLO



Desde que me sumergí intelectualmente hablando en el apasionante mundo de los toros, como aficionado, ya que como sentimiento creo que ya nací vestido con el traje de luces, lo cierto es que siempre me ha llamado poderosamente la atención esa peculiar, íntima, y secreta relación del protagonista, del hombre, con la muerte, y no me refiero precisamente al acto sublime de la faena en la plaza, al juego morboso y pasional de pasarse al toro por la femoral en cada lance, en cada tanda, en cada tarde de verano, no, no me refiro a eso, pues aún siendo una escena hipnotizadora lo cierto es que en el fragor de la lucha tanto el hombre como el animal son por antonomasia torero y toro, gladiador y león, cazador y presa, no me interesa hoy ese aspecto maravilloso de ese arte, es más entiendo y comprendo la mezcla de sudor, arena, sangre, tensión, adrenalina, etc.., eso es la guerra, la vida, en definitiva, me atrae mucho más la relación en soledad del hombre consigo mismo y en su recogimiento más íntimo, cuando se ha duchado, se ha afeitado y se ha desnudado ante el espejo, se ha quitado el anillo o su fetiche más preciado, y se enfrenta de verdad, a la muerte. Son instantes, segundos, no más, pero el hombre ha dejado el lazo que le une a la vida para reconocerse ante la muerte en su frialdad y desnudez más absoluta, sólo serán unas pinceladas, unos versos con ella, lo justo hasta que el mozo de espadas empiece el ritual de vestirlo, de reiniciarlo/resetearlo a la vida. Cada tarde el hombre-torero se levanta tras la visita de la desnuda muerte. Cada tarde se repite y se anticipa lo que un día llegará sin remedio, como el roble, duro y casi imperecedero se enfrenta todos los inviernos a la desnudez de su figura tras la implacable caida de sus hojas recordándole que un día ese y no otro será su destino. Y a que viene todo esto, pues muy fácil, el sábado visité el quirófano por cuarta vez en mi vida, una artroscopia de mi maltrecha rodilla izquierda de la que prefiero hoy no hablar, y como el lugar de visita ya es reiterado mira por dónde le he encontrado una similitud al mundo taurino, y no por capricho literario sino por verdadero sentimiento. El sábado, como otras veces, me vi sólo delante del espejo, desnudo para entrar en la plaza (quirófano), ME QUITE EL ANILLO, !cuanto significado cobra ese acto en dicho momento!, se enfrenta uno asimismo, a la muerte, a la soledad, el anillo, ese objeto tan importante el día que te lo pones y tan poco recordado después, se llega a mimetizar de tal forma con tu mano que ni tan siquiera recibimos un mensaje del cerebro recordándonos que está ahí, ni para nuestro procesador es casi relevante, sin embargo, cuando te desprendes de él todo es diferente, son sólo unos instantes antes de que mi particular mozo de espadas me meta mano en la rodilla, pero por unos interminables segundos la muerte estaba presente, el cordón unmbilical con mi vida desaparece, mi anillo, mi mujer y lo que ello conlleva, mis hijas, mi pasado, mi presente y mi futuro, mi vida y mi vida tras la muerte están presentes, y como el matador de reses bravas, uno se repone y acepta el diálogo con la parca, recordándonos lo vulnerables que somos. Cada uno lo supera de muchas formas, a mi siempre me dió resultado añorar la tierra, la naturaleza en su imagen más realista, aunque el otro día sin embargo, todo lo que he creado y lo que dejaré en ella se concentraba en mi anillo, en ti Carmen y en vosotras mis hijas, Carolina y Carmen. Esta mi primera entrada en el blog es para vosotras que lo sois todo y como siempre, y como dice el título de mi blog, mi refugio está abierto. Os quiero.

4 comentarios:

  1. me encanta papiiii ¡¡
    (L) (:

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena!! Buen post, ahora no lo abandones. Un abrazo!! Salva

    ResponderEliminar
  3. Este... äy, esteª. Es sencillamente de antologçia. Rezuma ternura, delicadeza, sensibilidad y poesçia. Si, y hasta filosofia. ¨Que calladito tençias esas facetas de tu personalidad...ª
    Justo

    ResponderEliminar
  4. Que grande eres.
    Cuanta verdad.
    A mi me ha pasado lo mismo este miercoles con mi anillo.
    Gracias AMIGO por estar siempre ahí
    Hildo

    ResponderEliminar