PRIMERO LA AMISTAD, DESPUÉS EL FÚTBOL

EN JAVEA NAVIDAD 2010/11

       Hola Hildo: (mi ahijado)

 Como no  he podido estar presente en la celebración de tu santo, ya me hubiera gustado, te escribo estas líneas para que veas que me acuerdo de ti y como padrino que soy tuyo gracias a tu madre...., je! je!, y por tanto responsable en parte  de tu educación, te voy a relatar una historia muy bonita en la que los protagonistas somos tu padrino Fernando, que soy yo, el tío Manolo (mi hermano y padre de Fernandito, mi otro ahijado), y por supuesto tu padre,  nuestro eterno amigo el gran Hermegildo Puchades. La historia debes recordarla siempre, no sólo ahora que empiezas a jugar al fútubol sino a lo largo de tu vida, sobre todo si consigues ser un buen futbolista que seguro que ocurrirá, el relato empieza así:

- Era la temporada 1986/87, cuatro futbolistas muy jóvenes, (20 años), Manolo, Fernando, Cruz y Edu, jugaban en el Baza C.F. (tercera división), todos ello nacidos en el mismo pueblo y amigos desde pequeños habían conseguido de forma muy temprana llegar al privilegiado sueño de jugar en el equipo de su pueblo, lo de menos era el dinero que cobraban, que era muy poco, además  los que menos ganaban del equipo, la ilusión de jugar y representar a su ciudad, y sobre todo de cumplir y vivir sus sueños era lo más  importante, y además de todo ello amigos.  Un día, estando el equipo en situación peligrosa de descenso el club fichó a dos fubolistas para reforzar la plantilla: Jesús Tinas y Roberto Baena, pronto se convirtieron en amigos a lo largo de muchos entrenamientos, y pronto vimos como ambos eran dos extraordinarias personas y buenos futbolistas, sobre todo el segundo  que venía de jugar en Segunda División, y que su participación era necesaria para el equipo dada nuestra situación. De la noche a la mañana el club decide expulsarlos del equipo ya que la situación económica del club era precaria, y los cuatro amigos de los que te he hablado decidimos ponenos en huelga asi que o se quedaban nuestros amigos en el equipo  o ninguno de los cuatro jugaríamos el siguiente encuentro (Baza-Malagueño). La situación no fue fácil pues fuimos presionados por el Presidente (nos conocía de pequeños) y también por mi padre (que era directivo), asi que fuimos amenazados con no volver a jugar etc...  Como nuestra fe en nuestros amigos era inquebrantable decidimos dejar sin argumentos a la directiva y ofrecimos rebajar nuestro lamentable sueldo a cambio de sufragar con ello parte del suelo de nuestros amigos (y sobre todo que dicho gesto quedara en silencio). Nos engañaron, nos dijeron que sí, accedimos a jugar el siguiente partido Baza-Malagueño el día 25 de enero de 1987 y perdimos 2-3 en casa, Roberto Baena no consintió que los cuatro jugáramos por menos dinero y decidió irse del equipo en un gesto que le honró como amigo y de la misma forma pasó con Jesús Tinas. Hoy ya pasados muchos años cuando voy a la joyeria de Roberto Baena me recuerda aquello y nos alegramos que nuestra amistad haya perdurado. El fútbol sí, pero la amistad está antes sabes Hildo?

Cuando ya pensaba que por encima de esa lección de amigos no habría nada que lo superara, entonces llegó tu padre al año siguiente, temporada 87/88, en la que estrenábamos incluso un campo nuevo en Baza.  Nosotros ya eramos amigos desde el año 84 y ese año pudimos también cumplir un gran sueño, jugar juntos en el mismo equipo, en el Baza. . Tu padre jugaba en el Maracena, en una categoría inferior y por tanto para él jugar en  tercera división era todo un reto y un sueño que se materializó el día 13 de diciembre de 1987 en Úbeda, partido en el que jugamos juntos tu padre, el tío Manolo y tu padrino y así hasta ocho partidos más. El tío Manolo fichó por el Granada en Segunda División, lo que provocó problemas con el club y tu padrino se fue del equipo para no sufrir las consecuencias de la marcha de Manolo. Y tu padre, pese a estar viviendo su gran temporada, jugando de titular indiscutible y con muy buena proyección, en una  carta enviada a la directiva sin parangón en la historia del fútbol, renunció a seguir jugando en el equipo, a sus ilusiones como futbolista y al dinero que le reportaba. Y ahora viene la lección Hildo, tu padre dejó de jugar por amistad, en sus alegatos reflejados en la carta decía que no estando ya en el equipo sus amigos Manolo y Fernando prefería marcharse.

El gesto de tu padre fue único y si ya eramos amigos, aquello nos unió aún mucho más, tanto que hoy somos familia y yo tu padrino. Espero que algún día seas un buen futbolista que lo serás, (mejor del Valencia o del Granada), pero recuerda ser siempre una mejor persona y gran amigo para los que te quieren y con los que compartes el juego, que al fin y al cabo es un simple juego. La lección de tu padre y la amistad que nos une es mi mensaje para ti en tu santo. Un abrazo muy fuerte, y ah! ya te llevaré el regalo.-


P.D. Bueno vamos  a poner una foto de las divinas que si no lo hacemos luego se cabrean