domingo, 29 de julio de 2012

EL SUEÑO OLÍMPICO

CITIUS, ALTIUS, FORTIUS


       Los fantasmas del pasado siempre acaban resucitando, sobre todo cuando el fuego que los revive es ni más ni menos que la -llama olímpica-. ¿por que caló tan hondo en mi hermano Manolo y en mi la llama olímpica, el movimiento olímpico, el espíritu olímpico?

Realmente me lo he planteado muchas veces, y mis reflexiones siempre me han llevado a algo muy íntimo, muy profundo, tan intrínseco a mi propio ser, (unido al de mi hermano gemelo sin duda), y algo tan remoto en el tiempo, que para mi sorpresa, más tiene que ver con la genética que con un aprendizaje, y por supuesto y por encima de todo con un sentimiento; sentimiento que hasta hace unos días creía dormido en los albores de mi atlética adolescencia, de mi candorosa juventud, y nada más lejos de la realidad. TVE repuso hace una semana como previo a los juegos olímpicos de este Londres 2012, (por desgracia a una hora intempestiva) la película oficial de los juegos olímpicos de Barcelona en 1992, dirigida por el director de cine Carlos Saura, y  como por arte de magia y en la soledad de la ya avanzada noche, una llama inmensa se encendió en mi interior, y reconozco que siete días antes ya me había empapado de la reposición del resumen de los juegos olímpicos de los Angeles 1984, pero ni los Fernando Martín, Juanito Corbalán, José Manuel Abascal, Seabastian Coe, Carl Lewis,  Greg Luganis, Meri Lou Rito, etc.. lograron conmoverme tanto como lo hizo el toque nostálgico de violín de Carlos Saura impregnando sus ralentizadas y maravillosas  imágenes de todo lo acontecido en la que hasta ahora ha sido nuestra única cita olímpica en territorio hispano. (cita olímpica a la que asistí como espectador con mi amigo Dani)

  Herederos del legendario y educativo programa "Torneo" de TVE, y de nuestro gran entrenador "Constantino Navarro", la transición de la infancia a la adolescencia y finalmente a una madura juventud estuvo siempre imbuida del deporte rey, el atletismo,  más rápido, más alto, mas fuerte, ¿habrá mejor manera  de pasar los efluvios de la testosterona? Desde que recuerdo, el Olimpismo, y en concreto los Juegos, han sido nuestra fuente de inspiración. Mi padre nos regaló un libro sobre la Historia de las Olimpidas, Spiridon Louis, ganador de la primera maratón en lo juegos de Atenas de 1896 con los que se instauraba la era moderna encabezada por el francés Pierre de Coubertain, Jim Thorpe en Estocolmo en 1912,  Paavo Nurmi en Amberes 1920, el británico  Harold Abraham en Paris 1924, que inspiró la película Carros de Fuego, Emil Zátopek en Londres 1948,  las increíbles medallas de desafortunado etíope Abebe Bikila en Roma 1960 y México, el duradero y conocido salto de Bob Beamon en México, el Black Power,  Mark Spitz con sus siete medallas en Munich 72, etc..., y los primeros españoles y sus medallas, en hípica, en atletismo con Mariano Haro y como no la primera y única medalla de oro en esquí de Paco Fernández Ochoa en unos juegos de invierno.   A partir de Moscú 80, la final de 3000 mts obstáculos con el granadino Sánchez Vargas y el alicantino Domingo Ramón, y la final de 1500 y 800 con los ingleses Sebastian Coe y Esteve Ovett como referencias y el amor platónico de la saltadora de altura alemana Ulrike Meyfarth y su competidora la italiana Sara Simeone, ya no son un recuerdo escrito en las páginas de un libro sino una imagen viva fruto de las retransmisiones televisivas y unas citas olímpicas a las que ya siempre he asistido como televidente, o quizás algo mas; desde que recuerdo crecí con ese libro, (que ahora tiene mi sobrino Alex), en un pueblo totalmente lejano al olimpismo, pero mi corazón y el de mi hermano era ardiente y firme y vibraba con hazañas no solo de conquista de medallas sino también con las historias de superación y grandeza del predicamento olímpico: El llamado >credo olímpico>: "lo más importante en la vida no es el triunfo, sino la lucha, lo esencial no es haber vencido sino haberse batido bien". Yo crecí junto a mi hermano creyendo esto que digo de verdad, en lo más profundo de nuestros ardorosos corazones, y por momentos en nuestra juventud vivimos algo parecido cuando conquistamos el campeonato del mundo en los juegos atléticos de la FISEC en Bélgica en el año 1983, sin embargo ese anhelo de la culminación olímpica siempre nos rondó, tanto que ya con 46 años que tengo, rememorando Barcelona 92 la antorcha volvió a encendérseme, me emocioné, me invadió una repentina nostalgia  que me dejó Kao, Barcelona 92 pensé, estos debían haber sido nuestros juegos, yo tenía 26 años y ese era el momento de haber competido a alto nivel, ni antes ni después, y la flecha de Antonio Rebollo atravesó mi particular pebetero la otra noche, !qué recuerdos!, que no volverán, qué fuerza la adolescencia, y dónde ha quedado toda esa ilusión, cuantos entrenamientos y benditos sacrificios, qué maravillosos viajes, todo me olía a tren litera de los años ochenta, la pista de Vallermoso, el INEF de Madrid, la Residencia Joaquín Blume, Atocha y los bocadillos de calamares, la música de Nika Costa o Triana, y que aldabonazo Carros de Fuego en unos ilusionados jóvenes, recuerdo haber visto la película en el Campo del Príncipe y bajar la calle Santiago, Pavaneras, Reyes Católicos y Acera del Darro en desmedida carrera con mi hermano hasta el salón de juegos (ping-pong) que había en Ganivet, Ah! bendita juventud, como la anhelé el otro día..  Y para más inri y ya medio adormilado en la cama mi padre vino a presidir mi sueño, tan vivo el recuerdo como si lo pudiera tocar, y es que Barcelona 92 fue mi/nuestro anhelo olímpico y en lugar de encontrar la participación encontré el fallecimiento de mi padre, el que nos regaló el libro, y su recuerdo me invadió, recordando uno por uno su presencia en cada cita deportiva en la que nos enfrascábamos y a la que acudía orgulloso de sus vástagos..., como es lógico no me podía dormir ni de coña, y curiosamente esa angustia ha permanecido conmigo hasta la inauguración  de Londres 2012, (por cierto, magnífico el discurso de S. Coe),  sólo, también en mi casa, en el mismo sitio que vi la reposición de Barcelona, ¿será que siento aún como un atleta y tenia la preocupación propia de la competición? Pues no lo se, pero sí puedo decir que tras el encendido del pebetero londinense estoy más tranquilo y por supuesto entregado al televisor como si se acabara el mundo, vela, voley, esgrima, baloncesto, tenis de mesa, judo,  etc..., lo engullo todo y además ahora me entrego como lo hace un deportista, de forma total, con la incertidumbre de los siguientes y más que lejanos juegos tras otros cuatro años,...,y eso que aún no ha comenzado el atletismo, rey de toda actividad deportiva..


Hoy, más que nunca, siento  y comparto las ideas de Pierre de Coubertein, reclamo el deporte integrador en la educación (eso pretendía el Sr. Coubertein) y vio en el olimpismo el método más singular para servir a sus fines, sin embargo hoy, fuera de lo que es el espectáculo, este espíritu olímpico es ajeno a lo educativo, ¿por qué no hay una asignatura que se llame Olimpismo? si se estudian sus valores  no tienen desperdicio, la guerra y hasta la prima de riesgo se da un compás de espera en los días de competición, y es que hasta el mundo parece más bonito,más humano..... Y que puedo decir del ritual?  me encanta, los aros simbolizando la unión de todas las partes del mundo, los colores (los habré pintado veces con mi hermano en la infancia?) , la bandera, la antorcha, (que llevó nuestro gran amigo Hermenegildo a su paso por Valencia en Barcelona 92), el encendido en Olimpia, etc... En fin, termino esta entrada recordando al gran Barón Pierre de Coubertein, cuyo corazón, tras su muerte en el año 1937 fue enterrado en Olimpia como no podía ser menos, y del que extraigo una cita que pronunció en la ceremonia de clausura de los Juegos de los Angeles de 1932, toda una oda al espíritu olímpico: "que la antorcha olímpica siga su curso a través de los tiempos para el bien de la humanidad, cada vez más ardiente, animosa y pura"...., pues eso, que siga ardiente.......................  


Esta entrada te la dedico hermano, por haber superado los 2 mts. en salto de altura cuando tan solo tenias 17 años, y mantener aún hoy el record de Andalucía con 16 años, al estilo fosbury claro, (aunque parezca mentira tu y yo conocimos el rodillo ventral y la pista de ceniza),.., y todo ello con una estatura de 1,80 mts...., ah! y de Baza...........


      

  

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